miércoles, 8 de septiembre de 2010

No estoy adentro de nada
ni revolviendo nada,
ni viendo a las mañanas,
ni virando, ni vigilando.
No estoy paciente conmigo.
Soy un tiburón,
y no me importan los peces,
los pequeños peces.
Los paso por encima,
me los como a todos.

Ahora, así, fría,
te cuento esto,
vomitando ausencias
en las caras ciegas.

Soy debilidad,
pero mastico al sol,
me ingiero todo tu esplendor
porque te ignoro,
te manifiesto de oro,
y me consumo,
me trago,
me esfumo
engendrándome más
a tus poros de pez.

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