martes, 12 de abril de 2011



Resistir es una buena palabra. Podés adjudicársela a cualquier significado dentro de tu consciencia. Porque resistir te da mejorías. Te da razones posteriores. Te desprende de la limitación. Te enseña que siempre tenés más cosas que descubrir, de las cuales te hacen sonreír y derretir toda esa superficie desconocida para tu interior. Resistir. Hacé volar tus encantos, resistiendo. Precioná tus alas para arriba haciendo que todas tus emociones se complementen para tu calma sobre la tierra.
La angustia es un estado psicológico, y espiritual. O mejor, espiritual, y psicológico. Es sufrimiento corporal, es denotación negativa, repudiación, estrechez, filosofía barata de que tu pasado te pesa, de que vos, estás en desequilibrio, sos una frutilla vieja, las cosas te están rasguñando y el resistir te pulsa, y te recicla, pero sólo te ves desvanecido en los placeres del qué soy, qué tengo, porqué, qué pasó, me quedo así porque así soy.
Pensá en resistir.
Pensá.